MUNDO
PERFECTO: EL IMPACTO JUDIO EN LA CIVILIZACIÓN
Por
el Rabino Ken Spiro
¿De
dónde provienen los valores y principios morales del mundo moderno?
Mientras
desarrollaba una idea para un programa, conduje una serie de encuestas a lo
largo de un período de dos años, en la cual le preguntaba a la gente qué
valores y principios fundamentales ellos sentían que debían ser respetados
para hacer de nuestro mundo un lugar lo más perfecto humanamente posible. En
total, alrededor de 1,500 individuos fueron entrevistados. Increíblemente
mis entrevistados - predominantemente de países occidentales, de Estados
Unidos, Canadá, Sudamérica, Inglaterra, Francia, Alemania, Austria, Suiza,
Holanda, Portugal, España, Italia, etc.- tuvieron respuestas muy
similares, que pueden ser agrupadas en estas seis categorías.
1.
Respeto a la vida Humana: En un mundo perfecto, toda la gente tendría
garantizado ciertos derechos humanos básicos, dentro de lo que tiene que ser
una correcta vida. Deben poder vivir sin un miedo constante de
perderla y con una cierta dignidad básica.
2.
Paz y Harmonía: En todos los niveles - ya sea comunal o
global - la gente y las naciones deben coexistir en paz y harmonía, y respetándose
unos a otros.
3.
Justicia e Igualdad: Toda la gente, sin importar su raza, sexo, status
social, debe ser tratada de igual manera y justamente bajo los ojos de la ley.
4.
Educación: Todos deben recibir una educación básica que les garantice
un conocimiento funcional dentro de la sociedad.
5.
Familia: Una estructura familiar fuerte y estable necesita existir para
servir como la fundación moral de la sociedad y como la institución más
importante para educar/socializar a los niños.
6.
Responsabilidad social: En un nivel individual, comunitario, nacional y
global, la gente debe tomar responsabilidad por el mundo. Esto debe
incluir organismos sociales que lidien con preocupaciones básicas como
enfermedades, pobreza, hambre, crimen, problemas relacionados con drogas, al
igual que cuestiones de protección del medio ambiente y los animales.
Los
entrevistados de mi encuesta venían de toda clase de caminos de vida, sin
embargo a pesar de los antecedentes de cada uno, todos estuvieron de acuerdo con
estas cosas. De hecho, ellos y yo, nos aventuramos a decir que la
mayoría de los seres humanos alrededor del mundo, profundamente creen que un
mundo perfecto debe incluir estos valores universales.
La
pregunta es: ¿Por qué?
¿Acaso
estas seis ideas básicas son intrínsecas en la naturaleza humana? ¿Acaso la
gente siempre se ha sentido de esta forma? Y si no, ¿de dónde sacaron estos
valores? ¿Cuál es la fuente de esta visión utópica del mundo?
Mi
búsqueda por respuestas a estas preguntas ha producido este libro. ¿De
dónde vinieron los valores y principios del mundo moderno? La respuesta que
encontré va a sorprendernos - inclusive puede darle un shock al lector.
Ya
que los entrevistados predominantemente eran residentes de países democráticos,
naturalmente asumieron que los valores que consideran preciados habían sido
originados - así como la democracia - con los griegos, y en un grado menor con
la dispersión de información del helenismo.
De
hecho, este tema es sujeto de mucho debate en círculos académicos en estos días. Los
tradicionalistas siguen insistiendo que los valores de la antigua Grecia y Roma
están por debajo de todo nuestros estudios, filosofía, arte y ética, mientras
que sus oponentes los acusan de que su idealización de los estándares de
virtud, sabiduría y belleza Greco-Romana son algo sentimental, por
no decir completamente irreal.
Reportando
en esta controversia, el New York Times (Marzo 7,1998) preguntó en un
encabezado:
"¿LOS
ANTEPASADOS FUERON: A) ELITISTAS BELICOS O B) LA FUENTE DE LOS VALORES
OCCIDENTALES?
No
tendría sentido alguno negar que Grecia y Roma, a pesar de ser las
civilizaciones más avanzadas de la antigüedad, también han sido las más
influyentes en civilizaciones de la Europa Occidental y por extensión, las Américas. Sin
lugar a duda, muchas de nuestras ideas sobre el arte, la belleza, filosofía,
gobernación y ciencia empírica moderna, vienen del pensamiento clásico
griego. La ley, el gobierno, la administración y la ingeniería
occidental, también fueron moldeados poderosamente por Roma. De
hecho, obtenemos una gran parte de nuestra cultura de estas civilizaciones.
Pero
¿acaso se puede decir lo mismo de nuestros valores, ética y principios?
Déjenme
clarificar que esta no es una pregunta capciosa: No estoy insinuando aquí
alguna noción lejana de que realmente obtuvimos nuestros valores del lejano
Este. Sin embargo, con el reciente interés sobre filósofos
orientales, unas cuantas voces se han levantado defendiendo esta visión, pero
el indiscutible hecho histórico es que sólo dentro de los últimos cientos de
años es que el Este tuvo una interacción significativa con el Oeste.
Entonces,
la pregunta permanece: ¿Cómo es que llegamos a ordenar nuestros valores
morales de esta forma tan particular?
Para
contestar a esta pregunta, debemos empezar por observar como justamente esas
civilizaciones - quienes sin duda alguna, moldearon nuestros sistemas políticos
y sociales - se relacionaban con los valores que hoy consideramos como valiosos.
UNA
SOCIEDAD SIN PIEDAD
Mientras
empezamos a trazar la historia de los valores de nuestro mundo, debemos, primero
que nada, analizar cómo es que los antiguos - de quienes heredamos muchas de
nuestras ideas - se relacionaban con los valores que apreciamos hoy en día. ¿Acaso
ellos los consideraban esenciales para la formación de un mundo ideal? o ¿Era
su visión considerablemente diferente que la nuestra?
De
todos los principios que tal vez podamos nombrar, el derecho básico a la vida
parece certeramente el más fundamental. Todos queremos vivir sin
miedo de ser arbitrariamente privados de la vida. Todos queremos
vivir con una cierta cantidad mínima de dignidad humana. Todos
queremos una cierta protección en la ley en contra de la opresión de tiranos
que tal vez consideren ciertos segmentos de la sociedad innecesarios, porque son
demasiado débiles o pobres como para protegerse a si mismos.
Cuan
obvio e importante es este concepto para nosotros el día de hoy! Pero
no era tan obvio o importante en el mundo de la antigüedad.
Para
empezar, los Griegos y los Romanos - al igual que toda cultura antigua que
conocemos - practicaban infanticidio.
Al
decir infanticidio me refiero a la matanza de niños recién nacidos como
control de población, selección de sexo (generalmente los niños eran deseados
y las niña no deseadas), y como un medio de privar a la sociedad de miembros
que potencialmente podrían molestar en un futuro o de miembros deformes.
Un
bebé que parecía débil o enfermo en el momento del nacimiento, o tenía un
defecto mínimo de nacimiento, como paladar hundido, pie plano, o estaba de
alguna forma imperfecto, era matado. Eso era hecho por una escuadra
estilo Nazi de remover bebes. Esto era hecho por un miembro inmediato
de la familia, generalmente la madre o el padre y generalmente dentro de los
primeros tres días de nacimiento.
El
método de "desecho" variaba, pero generalmente sabemos que en la
antigüedad, los bebes eran llevados al bosque y se los dejaba que murieran, o
eran tirados a pozos.
El
horror de un padre que es capaz de matar a su hijo es suficientemente traumático. Pero
el hecho de que no les importaba el niño, a tal punto de tirarlo sin piedad a
un lugar donde moriría lentamente y dolorosamente, o sería recogido por
alguien para ser involucrado en esclavitud o prostitución (como algunas veces
pasaba) sugiere un nivel de crueldad más allá de nuestra moderna imaginación.
Lloyd
DeMause en su ensayo "La evolución de la niñez" (p 25-26) reporta:
"Generalmente,
al infanticidio durante la antigüedad no se le daba importancia, a pesar de que
las citas de referencias de escritores antiguos dicen que era una hecho de la
vida diaria aceptado. Los niños eran aventados a ríos, arrojados a
montañas de fertilizante, puestos en jarras hasta matarlos de hambre y
expuestos en las montañas y banquetas como "presa para los pájaros,
comida para que las bestias salvajes colecten".
Evidencias
de estas prácticas han sido encontradas en varias excavaciones arqueológicas. En
la Agora Atheniense, se descubrió un pozo que contenía los restos de 175 bebés
tirados ahí para ser ahogados.
Y
no asumamos que era la práctica de los pobres e ignorantes, sino que uno de los
pensadores más influyentes en la historia intelectual occidental - nada más y
nada menos que Aristóteles - discutió sobre este punto en su política
diciendo que matar a niños era esencial para el funcionamiento de la sociedad. El
escribió:
"Debe
haber una ley que dictamine que ningún niño imperfecto o defectuoso debe ser
criado. Y para evitar excesos en la población, algunos niños deberán
ser expuestos. Ya que un límite debe ser puesto para la población
del estado.".
Nota
el tono de esta aseveración. Aristóteles no está diciendo "Me
gusta matar bebés", sino que está haciendo un cálculo frío y racional:
superpoblación es peligroso, y esta es la manera más adecuada de mantenerla
bajo control.
Cuatrocientos
años después de Aristóteles, la práctica de matar bebés fue una práctica
firmemente realizada en el Imperio Romano. Este es un extracto de la
famosa y muy citada carta que un ciudadano Romano llamado Hilarion le mandó a
su esposa embarazada, Alis, citada el 17 de junio, Circa 1EC:
"
Que sepas que estoy todavía en Alexandría. Y no te preocupes si
todos regresan y yo permanezco en Alexandría. Yo te pido y te ruego
que cuides bien a nuestro bebe (masculino), y en cuanto reciba mi pago te lo
mandaré. Si das a luz a un bebe (antes de que llegue a casa) si es
hombre quédatelo, si es una mujer deshácete de ella".
Hilarion,
como vemos, estaba muy preocupado por su hijo, su heredero. De hecho,
una familia típica Romana podía estar constituida de dos o tres hijos para
asegurar continuidad si un hijo muriera - pero raramente había más de una
mujer, quien era considerada como una responsabilidad molesta.
Claro,
puede ser discutido que en otros frentes los Griegos y los Romanos eran capaces
de un pensamiento refinado y un acercamiento elevado al comportamiento. Seneca,
el famoso filósofo y escritor Griego, desarrolló un largo tratado sobre el
control y las consecuencias del enojo. En él, plantea la distinción
entre el enojo y la sabiduría, usando el siguiente ejemplo: "También los
niños, si son débiles o deformes, los hundimos, no por enojo, sino por la
sabiduría de preferir lo útil y no lo inútil". (Concerniendo el Enojo,
I.XV).
EXPLOTACION
DE INOCENTES
Toda
la actitud hacia los débiles e indefensos era totalmente mala en las sociedades
antiguas. Además de no importarles el matar infantes, cuando veían
que era apropiado, los Romanos mutilaban niños no deseados para hacerlos aunque
sea "útiles" para limosnear. (Incidentalmente, esta práctica tan
horrible se ve todavía hoy en la India).
Nuestro
amigo Moral, Seneca, que estaba tan preocupado con el tema de lo útil y lo inútil,
también trajo una justificación para esta abominación:
"Mira
a los ciegos caminando por las calles, apoyados en sus palos, y a aquellos con
pies triturados, y sigue viendo a aquellos con órganos rotos. Este
no tiene manos, el otro tenía su hombro pero se lo han arrancado para que sus
cosas grotescas inciten risa....
Vamos
al origen de esas enfermedades - un laboratorio de manufactura de seres humanos
- una caverna llena con los órganos cortados de niños vivos.... ¿Qué
mal se le ha hecho a la república? Por el contrario, ¿acaso estos
niños no han brindado un servicio por cuanto que sus padres los han arrojado
afuera?".
Hoy
en día veríamos la matanza de bebés recién nacidos por no ser deseados o la
mutilación de pequeños infantes para obtener ganancias, probablemente como la
cosa más cruel que una persona puede cometer. ¿Cuál es el
miembro de la sociedad más débil, inofensivo e inocente? Un niño pequeño. Por
lo tanto, creemos que un niño, un bebé, se merece la protección de la
sociedad, inclusive más que un adulto. Pero en el pensamiento Griego
y Romano, en lugar de darle la mayor protección, a los niños se les daba la
menor protección; esto pasaba simplemente porque al ser totalmente inofensivos,
eran las personas más fáciles de pisar.
El
Profesor de Harvard y ex Presidente de la Asociación Histórica Americana,
William L. Langer (en su introducción a La Historia de la Niñez) señala:
"
Los niños, siendo incapaces de resistir físicamente agresiones, fueron los víctimas
de fuerzas sobre las cuales no tenían control, y fueron abusados de maneras
imaginables e inimaginables...".
Entonces
vemos cuán diferente era la actitud de la antigüedad con respecto a la
nuestra. El derecho más básico - el derecho a la vida (ni siquiera,
vivir con dignidad) - no estaba en ningún aspecto garantizado.
ESPECTACULO
DE HORROR
Seguramente,
no puede haber un mejor ejemplo de un total desprecio de la vida humana que
matar gente por entretenimiento. Y aquí los Romanos se ganan el
primer premio. Ninguna civilización antes o desde ellos fue tan
sangrienta en este aspecto. A lo largo del Imperio, más de
doscientos estadios fueron construidos específicamente para la exhibición de
este deporte tan particular, que requería que personas y animales fueran
encerrados y expuestos de una forma en la que no pudieran escapar antes de ser
asesinados en frente de una audiencia silbando y aplaudiendo.
La
práctica era extremadamente popular, y el Emperador Augusto en sus Actos, dijo
que durante su reinado (29AE a 14EC) realizó juegos en donde 10,000 personas
peleaban y 3,500 bestias fueron matadas. Mientras luchas
salvajes entre gladiadores - quienes eran usualmente esclavos entrenados para
este propósito - eran el evento especial, para mantener la novedad de la
muerte, Nero y Domicio mandaron inclusive mujeres, niños, ciegos y enanos a
pelearse unos con los otros. Todo valía con tal de que el público
estuviera contento.
Esta
forma de entretenimiento alcanzó su cumbre con la inauguración del Coliseo en
el año 80EC, cuyas ruinas son hoy una gran atracción turística en Roma.
Los
Romanos estaban justamente orgullosos de la obra de Ingeniería que la
construcción del Coliseo representaba. La arena gigante de 600
x 500 pies construida por Vespasiano y completada por Tito, sentaba a 50,000
personas. Tenía un techo remontable y un piso que se podía levantar
o bajar, dependiendo de lo que la atmósfera del día demandaba. Algunas
veces el Coliseo era transformado en un desierto o en una jungla, y también se
podía llenar con agua convirtiéndolo en un lago donde barcos podían navegar.
¿Por
qué fue construido este lugar tan increíble? Para enseñar la muerte como una
forma elaborada de entretenimiento para las masas.
En
un día típico, cuando el Coliseo estaba lleno, el lugar estaba repleto de
hombres, mujeres y niños - sí, los Romanos pensaban que no había nada malo en
exponer a los niños a este tipo de eventos grotescos. La entrada era
gratuita, y un cojín para tu asiento, carne y vino eran proveídos también
gratuitamente. El acto con el cual empezaban en la mañana era una
exhibición de animales salvajes. Los Romanos iban alrededor del
imperio tratando de encontrar bestias exóticas y salvajes para sorprender a las
masas. Después, se bajaba el piso para presentar combates entre
ellos. Los Romanos aplaudían mientras que lo leones destruían a los
tigres o los tigres se iban contra los osos, leopardos contra los lobos. Está
claro que los Romanos nunca habían escuchado de los derechos a los Animales.
Después
venían las corridas de toros, pero en estas oportunidades los toreros, siendo
esclavos o convictos, no tenían la oportunidad de practicar con anterioridad,
por lo que el toro generalmente los toreaba a muerte. El público
gritaba. Eso es lo que vinieron a ver.
Pensarías
que con eso era suficiente para todos. Pero eso era sólo el evento
de calentamiento. Después venía el alimentar a los animales -
siendo el plato principal, personas. Toma en cuenta que Roma era un
sociedad muy orientada hacia la ley el orden y todo se debía hacer legalmente -
no se podía simplemente echar a alguien a los leones, sólo la gente condenada
a ofensas capitales. Pero si no tenían suficientes víctimas para la
diversión diaria, los Romanos convencionalmente condenarían a muerte inclusive
a criminales menores y así suplían lo que faltaba. (El
Cristianismo, siendo una ofensa capital en Roma desde el gran fuego de 64EC, del
cual fueron culpados sus adherentes, suplió un gran número de víctimas).
Durante
los intermedios, fuentes gigantes echaban perfume en el aire para reducir el
olor a muerte. El entretenimiento no paraba. Entre las
matanzas espectaculares, se llevaban a cabo ejecuciones continuas ya sea
quemando, arrancando la piel de la gente viva o degollando.
El
evento principal era guardado para la tarde, y era lo que la gente realmente
estaba esperando - el combate de gladiadores. Los gladiadores
peleaban a muerte, aunque las vidas de peleadores valientes podían ser salvadas
por el emperador o el voto del público.
En
el año 107EC, durante una celebración de cuatro meses de su conquista de Dacia,
Trajan - quien tal vez trataba de igualar el record de Augusto - realizó un
torneo en el cual 10,000 gladiadores y 3,000 animales pelearon. Esto
significaba que cualquiera que estuviera sentado viendo el espectáculo vería
al menos 5,000 personas morir. A Trajan le gustaba tanto este tipo de masacre -
y tenía una gran reserva de prisioneros de guerra de Dacian para tal propósito
- que aparentemente mandó a 23,000 personas a su muerte entre los años 106 y
118EC.
Era
todo horrible y perverso, y si piensas que no se podía poner peor, considera
que Comodo (emperador del 180 a 193EC) organizó peleas con gente lisiada y acabó
con todos él mismo.
De
los filósofos Romanos y grandes pensadores, sólo Seneca vio algo malo en la
muerte como entretenimiento... Otros grandes no eran tan suaves como Seneca. Ciceron
por ejemplo, pensaba que los concursos de gladiadores promovía coraje y dureza,
aunque era de la opinión de que no era entretenido. Juvenal, quien
criticaba todo, amaba los juegos. Y Plinio decía que observar a
gente ser masacrada hacia al público más fuerte y consecuentemente tenía un
valor educacional.
Eso
resume la actitud del mundo antiguo en cuanto al valor de la vida. Lo
que es fundamental mantener en mente es que los Griegos y los Romanos realmente
pensaban que mantener la ley y el orden era esencial para el funcionamiento de
una sociedad, y las leyes en ambos Imperios eran impuestas estrictamente. Pero
la idea de que junto con el status de ser humano, estaba el derecho a la vida
(olvídate de la dignidad) no era desarrollada bajo ningún medio.
A
CONTRAPELO: LA VISION JUDIA
"Voy
a insistir que los Hebreos han hecho más para civilizar al hombre que cualquier
otra nación... la fe a hecho que los Judíos sean el instrumento más esencial
para civilizar a las naciones". (John Adams, segundo presidente de los
Estados Unidos).
"Certeramente,
el mundo sin los Judíos hubiera sido un lugar radicalmente diferente. Probablemente
la humanidad hubiera eventualmente tropezado con todos los conceptos Judíos. Pero
no podemos estar seguros. Todos los descubrimientos conceptuales del
intelecto humano parecen obvios una vez que han sido revelados, pero requiere de
un genio especial para formularlos por primera vez. Los Judíos
tienen este regalo. A ellos les debemos la idea de igualdad frente a
la ley, tanto Divina como humana.; la santidad de la vida y la dignidad de la
persona humana; de la conciencia individual y por eso una redención personal;
de una conciencia colectiva y por eso de una responsabilidad social; de la paz
como un ideal abstracto y del amor como el fundamento de la justicia, y muchos
otros elementos que constituyen la base moral de la mente humana. Sin
las Judíos hubiera sido un lugar mucho más vacío" (Paul
Johnnson, historiador Cristiano, autor de History of the Jews and A History of
Christianity).
¿Será
cierto?
¿Podrá
ser cierto que nuestros valores morales no originan de una de las grandes
civilizaciones sino que los hemos heredado de un pequeño, insignificante,
pedazo de tierra en el medio Oriente?
Me
atrevo a decir que los antiguos Hebreos (que después fueron conocidos como
Israelitas y luego como Judíos) hubieran estado en desacuerdo con las
aseveraciones de Adams y Johnosn. Ellos hubieran insistido que no tenían
nada que ver con inventar los valores que iban en contra del mundo en el que vivían,
y que certeramente eran totalmente ajenos a otros pueblos. Ellos
hubieran insistido que estos valores venían de D-os, y que ellos eran el pueblo
escogido para enseñarlos mundialmente.
Esta
es la historia que cuentan desde el tiempo que aparecieron en el mundo alrededor
del 1300AEC, cientos de años antes del ascenso de la civilización Griega. En
ese tiempo, eran todavía una nación naciendo que funcionaba más como una
familia extendida, todos sus integrantes trazando sus antepasado a un hombre
llamado Abraham que había vivido alrededor del 1,800AEC. Eran un
pueblo extraño, con una religión aun más extraña:
*
Creían en un solo D-os - Todopoderoso, infinito e invisible - que había creado
todo lo conocido por el hombre, una noción completamente ajena a cualquier nación
que los precedía.
*
Ellos afirmaban que todos ellos - alrededor de 600,000 hombres y un número no
dicho de mujeres y niños - habían escapado milagrosamente de la esclavitud en
Egipto, el imperio más poderoso de la tierra, por la intervención milagrosa de
su D-os.
*
Afirmaban que después de su gran escape, llegaron a una montaña en el
desierto, el Monte Sinaí, donde todos tuvieron un encuentro con D-os:
durante ese encuentro, y por medio de su líder Moisés, recibieron un código
de comportamiento - compilado en un libro llamado la "Torá" - que
seguían minuciosamente.
UN
PUEBLO EXTRAÑO
Era
una historia para levantar más de un par de cejas en el mundo antiguo. Claro,
los pueblos antiguos creían en todo tipo de cosas sobre relaciones Divinas con
seres humanos, así que la historia de los Judíos no era tan increíble. Tampoco
una sociedad gobernada por leyes era tan extraño, después de todo, los códigos
legales previos, siendo el más famoso el Código de Hamurabbi, estableció
reglas en cuanto a los derechos de propiedad y cosas similares. Lo
que el mundo antiguo no podía creer era este código particular. De
hecho, era un código que para la mente antigua parecía irracional.
"Los
Judíos se distinguían del resto de la humanidad particularmente en todos los
detalles de la vida", escribió el filósofo Romano Deo Casssius,
expresando su desaprobación. "En particular... no honran a
ninguno de los dioses comunes, sino que muestran extrema reverencia a un solo
D-os".
Parte
de esa "extrema" reverencia se traducía siguiendo esa ley de D-os,
una ley que no podía ser alterada. Una ley otorgada por D-os, y sólo
por eso era diferente de cualquier código legal de cualquier otra sociedad.
Pero
había más de los Judíos que era extraño, a pesar de su D-os y Su ley. La
Tora - o la Biblia como los griegos le llamaron - no era como cualquier otro
libro sagrado de otro pueblo anterior o contemporáneo. La Torá
le hacía ver el mal a los Judíos. En ella, el pueblo es mostrado
como un pueblo perezoso y quejoso, pecando contra su D-os y Su ley. Y
a pesar de esto, ellos insistían que debían cargar con ellos la historia de
sus fracasos así como sus éxitos, para nunca perder de vista su misión de
elevar a la humanidad.
Ahora
debemos ver cómo los Judíos antiguos se relacionaban con el derecho básico
humano, el derecho a la vida y cuán cercano está de nuestro standard...
Una
nota al lector: Este es sólo el principio de uno de los dramas más
fascinantes de la historia de la humanidad. A pesar de las
probabilidades, el pequeño pueblo Judío no sólo prevaleció a los grandes
Imperios de Grecia y Roma - sino que la ideología única del Judaísmo finalmente
triunfó sobre el paganismo del Oeste.
Directa
o indirectamente - a través de la Biblia, el Cristianismo, el Islam y la
democracia moderna - la mayor parte de la humanidad ha sido impactada
profundamente por el Judaísmo y la travesía monumental del pueblo Judío de
perfeccionar el mundo.
Biografía
del Autor:
El Rabino Ken Spiro es originalmente de New Rochelle, N.Y. Se graduó en Vassser College con un BA en Idioma y literatura Rusa e hizo sus estudios de graduación en el instituto Pushkin de Moscu. Tiene una ordenación rabínica de Esh HaTora Jerusalén y una maestría en Historia del Vermont College of Norwich University. R. Spiro es también un guía de Turismo licenciado por el ministerio de Turismo Israelí. Vive en Jerusalén con su esposa y cinco hijos donde trabaja como conferencista e investigador en los programas de Esh HaTora.