Arcángel Miguel
(Hebreo “¿Quién es como Dios?”)
Daniel 10, 13 ss., Gabriel
le dice a Daniel, cuando éste le pide a Dios que permita a los judíos volver a Jerusalén: “El príncipe del reino de Persia me ha hecho resistencia durante veintiún días, pero Miguel, uno de los Primeros Príncipes, ha venido en mi ayuda”;Daniel 12, 1 el Ángel hablando del fin del mundo y del Anticristo dice: “En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran Príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo.”
En la Epístola Católica de San Judas 1, 9: “En cambio el arcángel Miguel, cuando altercaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés, no se atrevió a pronunciar contra él juicio injurioso, sino que dijo: «Que te castigue el Señor».” San Judas alude a la antigua tradición judía de una disputa entre San Miguel y Satán sobre el cuerpo de Moisés, lo cual también se puede encontrar en el libro apócrifo de la asunción de Moisés (Origen, "De principiis", III, 2, 2). San Miguel concilió la tumba de Moisés; sin embargo Satanás al destaparla, trató de seducir al pueblo judío al pecado de la adoración heroica. San Miguel también resguarda el cuerpo de Eva, de acuerdo a la “Revelación de Moisés” (“Evangelios Apócrifos”, etc., ed.
A. Walker, Edinburgh, p.647).Apocalipsis 12, 7, “Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con el Dragón.” San Juan habla del gran conflicto al final de los tiempos, que refleja también la batalla en el cielo al principio de los tiempos. De acuerdo a los Padres existe frecuentemente controversia de San Miguel en la Escritura donde no se menciona su nombre. Dicen que era el querubín que estuvo en la puerta del paraíso, “para guardar el camino del árbol de la vida” (Gen 3, 24), el ángel a través de quien Dios publicó el Decálogo para su pueblo escogido, el ángel que se puso en el camino para estorbarle a Balaam (Números 22, 22 ss.), el ángel que hirió al ejército de Senaquerib (II Rey 19, 35).
Según estos pasajes de la Escritura, la tradición cristiana le da a San Miguel cuatro oficios:
Pelear en
contra de Satanás.
Rescatar a las almas de los fieles del poder del enemigo, especialmente a la
hora de la muerte.
Ser el defensor del pueblo de Dios, los judíos en la Antigua Ley y los
cristianos en el Nuevo Testamento, por tanto es patrono de la Iglesia y de las
órdenes de caballeros durante la Edad Media.
Llamar de la tierra y traer las almas de los hombres a juicio ("signifer
S. Michael repraesentet eas in lucam sanctam", Offert. Miss
Defunct. "Constituit eum principem super animas suscipiendas", Antiph. off.
Cf. "Hermas", Pastor, I, 3, Simil. VIII, 3).
Considerando su rango en la jerarquía celestial las opiniones varían; San Basilio (Hom. de angelis) y otros Padres Griegos, también Salmeron, Bellarmine, etc., ubican a San Miguel sobre todos los ángeles; dicen que se le llama “arcángel” porque es el príncipe de los demás ángeles; otros (cf. P. Buenaventura, op. cit.) creen que es el príncipe de los serafines, la primera de los nueve órdenes angélicos. Pero, de acuerdo a Santo Tomás (Summa, I:113:3) él es el príncipe del último coro y el más bajo, los ángeles. La liturgia romana parece seguir a los Padres Griego; lo llama "Princeps militiae coelestis quem honorificant angelorum cives". El himno del Breviario Mozarábigo ubica a San Miguel incluso sobre los veinticuatro mayores. La liturgia griega lo llama Archistrategos, "general más alto " (cf. Menaea, 8 Nov. and 6 Sept.).
Veneración
Hubiera sido natural para San Miguel, defensor del pueblo judío, ser
defensor de los cristianos, dándoles la victoria en contra de sus enemigos.
Sin embargo, los primeros cristianos reconocieron a algunos mártires como sus
jefes militares: San Jorge, San Teodoro, San Demetrio, San
Sergio, San Procopio, santo Mercurio, etc; pero a San Miguel le dieron el
cuidado de sus enfermos. En Frygia, el lugar donde fue venerado por primera
vez, su prestigio como sanador angelical obscureció su interposición en
asuntos militares. Fue desde los primeros tiempos, el centro del verdadero
culto de los santos ángeles. La tradición relata que en los primeros tiempos,
San Miguel hizo una aparición medicinal en Chairotopa, cerca de Coloseo, donde
todos los enfermos que bañaron ahí, invocando a la Santísima Trinidad y
a San Miguel fueron curados.
Más famosas aún son las apariciones que se dice San Miguel realizó en la roca del Coloseo (Chonae, los actuales Khonas, en el Laico). Los paganos dirigieron una corriente en contra del santuario de San Miguel para destruirlo, pero el arcángel separó la roca con un trueno, para darle un nuevo curso a la corriente, y santificó para siempre las aguas que venían del cañón. Los Griegos afirman que esta aparición tuvo lugar a mediados del siglo primero, y celebran una fiesta en conmemoración de esto el 6 de setiembre (Analecta Bolland., VIII, 285-328).
También en Pythia en Bithynia y en todas parte de Asia, las ardientes apariciones eran dedicadas a San Miguel. De la misma manera en Constantinopla, san Miguel era considerado el gran médico celestial. Su santuario principal, el Michaelion, estaba en Sosthenion, casi 50 millas al sur de Constantinopla; ahí se dice que le arcángel se le apareció al Emperador Constantino. Los enfermos dormían en las noche en esta iglesia, esperando una manifestación de San Miguel; su festividad se mantenía ahí el 9 de junio. Otra famosa iglesia estaba entre los muros de la ciudad, en lo baños termales del Emperador Arcadius; ahí la festividad del arcángel era celebrada el 8 de noviembre. Esta fiesta se propago sobre toda la Iglesia Griega, y las Iglesias Siria, Armenia y Cóptica también la adoptaron; ahora es la principal fiesta de San Miguel en el Oriente. Se puede haber originado en Frygia, pero su punto de marca en Constantinopla fue la Thermae de Arcadius (Martinov, “Annus Graeco-slavicus”, 8 nov.). Otras fiestas de San Miguel en Constantinopla eran: 27 de octubre, en la iglesia “Promotu”; 18 de junio, en la iglesia de San Julián, en el Foro; y el 10 de diciembre en Athae.
Los Cristianos de Egipto, pusieron al río que les daba la vida, el Nilo, bajo la protección de San Miguel; adoptaron la fiesta Griega y la pusieron el 12 de noviembre; el día 12 de cada mes, celebraban una conmemoración especial del arcángel, pero el 12 de junio, cuando el río comenzaba a crecer, lo guardaban como feriado de obligación de la fiesta de San Miguel “por la crecida del Nilo”, euche eis ten symmetron anabasin ton potamion hydaton
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