San Camilo de Lellis
EnciCato
Nació en Bacchianico, Nápoles, en 1550; murió en Roma, el 14 de julio de
1614.Fue hijo de un oficial que había servido tanto en la armada Napolitana como
en la Francesa. Su madre murió cuando él era un niño, y creció absolutamente
desatendido. Siendo aún joven se convirtió en soldado al servicio de Venecia y
después de Nápoles, hasta 1574, cuando su regimiento fue disuelto. Estando en
servicio, se convirtió en un jugador habitual, y a consecuencia de sus pérdidas
en el juego fue reducido a veces a la condición de destitución. La bondad de un
fraile franciscano lo indujo a solicitar la admisión a esa orden, pero fue
rechazado. Entonces se fue a Roma, en donde obtuvo empleo en el hospital para
Incurables.
Fue allá, principalmente por la esperanza de que exista una cura para los
abscesos en ambos pies de los que había estado sufriendo por largo tiempo. Lo
despidieron del hospital a causa de su disposición pendenciera y de su pasión
por el juego. Se hizo otra vez soldado veneciano, y participó en la campaña
contra los turcos en 1569. Después de la guerra, fue empleado por los Capuchinos
en Manfredonia en un edificio nuevo que ellos estaban erigiendo. Su viejo hábito
de juego todavía le persiguió, hasta que un discurso del custodio del convento
lo impactó tanto que él determinó reformarse. Lo admitieron a la orden como
hermano lego, pero pronto fueron despedido a causa de su enfermedad. Se dirigió
otra vez a Roma, en donde ingresó al hospital en el cual había estado
previamente, y después de una cura temporal de su dolencia llegó a ser
enfermero, y ganándose la admiración de la institución por su piedad y
prudencia, fue designado director del hospital.
(Nota del traductor : En 1930, el Papa Pío XI nombró a San Camilo de Lellis,
junto con San Juan de Dios, principal Compatrono de enfermeros y asociaciones de
enfermería)
Durante su oficio, intentó fundar una orden de enfermeros legos, pero el esquema
fue rechazado, y con el consejo de sus amigos, entre ellos su guía espiritual,
san Felipe Neri, decidió convertirse en sacerdote. Tenía entonces 32 años y
empezó el estudio de Latín en el Colegio Jesuita en Roma. Él estableció luego su
orden, los padres de la Buena Muerte (1584), y obliga a los miembros por voto
para dedicarse a los afectados por epidemia; su trabajo no fue restringido a los
hospitales, sino que incluyó el cuidado del enfermo en sus hogares.
El Papa Sixto V confirmó la congregación en 1586, y ordenó que debería haber una
elección de superior general cada tres años. Camilo fue naturalmente el primero
y fue sucedido por un inglés, llamado Roger. Dos años después fue establecida
una casa en Nápoles, y allí dos de la comunidad ganaron la gloria de ser los
primeros mártires de la caridad de la congregación, muriendo en la flota que
estaba en cuarentena fuera del puerto, y que habían visitado para cuidar
enfermos. En 1591, Gregorio XIV, erigió la congregación en orden religiosa, con
todos los privilegios de las mendicantes. Fue nuevamente confirmada como tal por
Clemente VIII en 1592.
La enfermedad que había evitado su entrada con los Capuchinos continuó
afligiendo a Camilo por cuarenta y seis años, y sus otras dolencias
contribuyeron para hacer su vida una de sufrimiento ininterrumpido, pero él no
permitiría que nadie esperara por él, y cuando apenas era capaz de mantenerse en
pie, se arrastraría de su cama para visitar al enfermo.
Renunció como general de la orden, en 1607, para tener más tiempo libre par los
enfermos y pobres. Mientras tanto estableció casas en varias ciudades de Italia.
Se dice haber tenido el don de milagros y de profecía. Él murió a la edad de
sesenta y cuatro años, mientras pronunciaba un llamado emotivo a su hermandad
religiosa. Fue enterrado cerca del altar mayor de la iglesia de Santa María
Magdalena, en Roma, y cuando los milagros que eran atribuidos a él, fueron
oficialmente aprobados, su cuerpo fue colocado bajo el propio altar. Fue
beatificado en 1742, y en 1746 fue canonizado por Benedicto XIV. .
BUTLER, Vida de los Santos ( Derby,1845); Bullar. Roman, XVI, 83; CICATELLO,
Vida de San Camilo ( Roma,1749); GOSCHLER, Dict. de theol. cath. ( Paris,1869),
III.
T.J. CAMPBELL
Transcrito por Herman F. Holbrook
Fratribus meis omnibus Sancti Camilli sodalitatis
Traducido por Jose Luis Fernández