PASTORAL DE LA SALUD
TEMAS DE FORMACIÓN
por BASILIO PÉREZ DE MENDIGUREN
TEMA 8
VIVIR EN EQUIPO - COMUNIDAD
En un equipo de Pastoral de la Salud, como en todo equipo de
voluntarios de agentes de la acción caritativo-social de la Iglesia, se
deben hacer presentes y visibles los rasgos dominantes de una
comunidad cristiana. Los equipos de Pastoral de la Salud no sólo han
de ser equipos-comunidad humana, se han de convertir en "pequeñas
comunidades cristianas".
C-CRA/RASGOS GRUPO/EQUIPO: Los rasgos más importantes de
una comunidad cristiana, teniendo como ejemplo las primeras
comunidades cristianas descritas por el libro sagrado Hecho de los
Apóstoles 2, 42-47 y 4, 32-37, son éstas:
- Una comunidad fraterna, sostenida y alimentada con reuniones y
contactos frecuentes. De esta manera la Iglesia se edifica y crece.
- Una comunidad asidua en escuchar las enseñanzas de los
apóstoles.
- Una comunidad que ora para dar gracias a Dios, para alabarle,
para pedirle ayuda.
- Una comunidad que celebra la Eucaristía.
- Una comunidad que se fortalece en la reconciliación recíproca y
en la comunión de bienes.
- Una comunidad que sabe muy bien que el culto, la oración, la
formación de la fe no son auténticas, completas, si prescinden de la
atención, de la ayuda, de la solidaridad con los hermanos.
Si un equipo de Pastoral de la Salud vive con este estilo se habrá
convertido en equipo que vive como comunidad, no sólo humana sino
cristiana. Se convertirá en signo excelente para que se crea en la
Iglesia, pues dirán de él lo que decían de los primeros cristianos:
Mirad cómo se aman y cómo aman. Más, los miembros de un equipo
así, tomarán conciencia de que la proclamación de la fe y la
edificación de la comunidad cristiana exigen que el equipo se conecte
y se integre en la comunidad diocesana, parroquial y, por medio de
ellas, en la Iglesia Universal.
QUÉ HACER PARA CONSEGUIRLO
- No sólo con reuniones de los miembros del equipo se consigue
una verdadera comunidad. Nacerá de una vida fraterna de
intercambio y participación: apoyándose moral y espiritualmente;
acogiéndose mutuamente.
- Es necesario que cada miembro del equipo tome conciencia de
que tenemos necesidad de los demás para ser nosotros mismos.
- Se exige en cada uno de los miembros del equipo: disponibilidad,
desprendimiento de sí, sencillez real, alma pobre. Esta
vida-comunión-comunidad cristiana del equipo, no puede mantenerse
si sus miembros no se forman en su fe y en las materias necesarias
para cumplir bien su trabajo pastoral caritativo.
- Cada miembro del equipo ha de querer sinceramente plasmar en
su vida los rasgos de Cristo, su manera de ser, de pensar, de sentir,
de actuar. Así, las personas que no conocen a Cristo le descubrirán
en ellos como equipo y como individuos, y la Iglesia crecerá.
- El equipo sentirá necesidad de orar con frecuencia, bien sea
individualmente, bien comunitariamente.
- Un equipo que vive de verdad este conjunto de relaciones consigo
mismo, con los otros y con Dios, y cuyos miembros tienen experiencia
de la armonía y de la común-unión, sentirán deseos de expresar su
unión celebrando la Eucaristía.
- Pero, para saber si verdaderamente el equipo se ha convertido en
comunidad cristiana, es necesario que experimente que cada día se
abren más a los demás, aman más, son más solidarios. En el caso de
un equipo de Pastoral de la Salud, que cada día atienden mejor a los
enfermos, los familiares; se esfuerzan por conocer mejor el mundo de
la salud y la enfermedad: sus problemas, sus necesidades, sus
injusticias... Luchando por conseguir que los valores del Reino se
hagan presentes; que se preocupan por los enfermos más
desasistidos, abandonados; que se preparan formándose en el
conocimiento de la fe y en cuantas materias necesarias para cumplir
responsablemente su quehacer pastoral y caritativo-social.
- Conviene que el equipo se tome el pulso para saber la intensidad
de vida y de vida comunitaria. Podríamos hacernos con sencillez
algunas preguntas: ¿Estoy contento en el equipo? ¿Se viene de
buena gana a las reuniones? ¿Se sabe compartir en él, se escucha?
¿Me atrevo a ser yo mismo, a comunicar el fondo de mi pensamiento a
los otros o prefiero quedarme en generalidades? ¿Me siento acogido?
¿Sé acoger a los otros? ¿El grupo me va abriendo el apetito y la
necesidad de orar, de escuchar la Palabra de Dios, de formarme en
mi fe o en las materias necesarias para cumplir mi misión pastoral, de
entregarme más a los que sufren, a los enfermos, a transformar el
mundo de la salud y de la enfermedad?
- Escribía el Padre Loew: "El equipo se convierte en instrumento de
la evangelización del mundo. La fe, que ha de ser comunicada a los
demás, pasa por el amor vivido en el seno del equipo... El equipo es el
amor de Dios que pasa por nosotros uniéndonos y haciéndonos amar
a nuestros hermanos". Juan Jaures ha dicho: "No se enseña lo que
uno quiere. No se enseña lo que uno sabe. Se enseña lo que uno es".
TEXTO BÍBLICO
Hechos 4, 32-37.
CUESTIONARIO
- ¿Cuáles son los rasgos más sobresalientes de una auténtica
comunidad cristiana?
- ¿Crees que un equipo de Pastoral de la Salud debe convertirse en
equipo-comunidad cristiana?
- ¿Por qué?
- ¿Qué hacer para conseguirlo?
- ¿Qué fallos encontramos en nuestro equipo de Pastoral de la
Salud?
- ¿Qué te sugiere el texto bíblico?
COMPROMISO
ORACIÓN COMUNITARIA
Señor, te damos gracias
por habernos llamado a ser miembros
de un equipo de Pastoral de la Salud.
Haz, Señor, que seamos un equipo que vive
como una pequeña comunidad cristiana.
Que conozcamos a los enfermos como Tú les conoces
y les amemos como Tú les amas.
Que les digamos lo que tú les dirías
y que nuestra presencia les haga experimentar la tuya.
Haz, Señor, que luchemos por transformar
el mundo de la salud y de la enfermedad,
de tal manera que el Reino de Dios cada día
se goce más palpablemente. Amén.
PÉREZ DE MENDIGUREN
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BIBLIOGRAFÍA
- La Pastoral de la Salud en la Parroquia, Depto. de PS., págs.
139-146.