Mentiras y Verdades sobre el Aborto
Para justificar este crimen abominable, los abortistas han inventado una gran
cantidad de falsos argumentos que se han difundido insistentemente,
especialmente en aquellos países donde, con cualquier motivo, intentan buscar
la legalización del aborto o ampliarlo allí donde ya se ha legalizado alguna
de sus formas.Revisemos algunas de estas mentiras y cuál es la verdad.
Mentira 1: Es inhumano no legalizar el "aborto terapéutico" que debería
realizarse cuando el embarazo pone a la mujer en peligro de muerte o de un mal
grave y permanente
La Verdad: En este caso el término "terapéutico" es utilizado con el
fin de confundir. "terapia" significa curar y en este caso el aborto
no cura nada. Actualmente, la ciencia médica garantiza que prácticamente no
hay circunstancias en la cual se deba optar ente la vida de la madre o la del
hijo. Ese conflicto pertence a la historia de la obstetricia. Ya en 1951, el
Congreso de Cirujanos del American College dijo que "todo el que hace un
aborto terapéutico o ignora los métodos modernos para tratar las
complicaciones de un embarazo o no quiere tomarse el tiempo para usarlos" .
El temido caso de los embarazos "ectópicos" o que progresan fuera del
útero materno están siendo manejados médicamente cada vez con mayor
facilidad. por otro lado, el código de ética médica señala que en el caso de
complicaciones en el embarazo deben hacerse los esfuerzos proporcionados para
salvar a madre e hijo y nunca tener como salida la muerte premeditada de uno de
ellos.
Mentira 2: Es brutal e inhumano permitir que una mujer tenga el hijo producto de
una violación, por ello, para estos casos, debería legalizarse el aborto
llamado "sentimental".
La Verdad: En primer lugar los embarazos que siguen a una violación son
extremadamente raros. En Estados Unidos, por ejemplo, la violación es un serio
problema, aproximadamente 78,000 casos fueron reportados en el año 1982. Esta
cifra es más importante si se tiene en cuenta, que del 40% al 80% de las
violaciones no se denuncian. En estos casos los embarazos son
extraordinariamente raros, por varias causas. Por ejemplo, las disfunciones
sexuales en los violadores, cuya tasa es extremadamente alta. En tres estudios
se ha constatado que el 39, el 48 y el 54% de las mujeres víctimas del ataque
no habían quedado expuestas al esperma durante la violación. En otro estudio
se comprobó que el 51% de los violadores experimentaron disfunciones que no les
permitieron terminar el acto sexual. Otra causa por la que son extremadamente
raros los embarazos por violación: la total o temporal infertilidad de la víctima.
La víctima puede ser naturalmente estéril; puede ser muy joven o muy vieja,
puede estar ya embarazada o puede haber otras razones naturales. El 43% de las víctimas
se encontraba en estas categorías. La víctima puede estar tomando
anticonceptivos, tener un DIU o ligadura de trompas, el 20% se situaba en esta
categoría. Así, sólo una minoría de las víctimas tienen un potencial de
fertilidad.
Además de la infertilidad natural, algunas víctimas están protegidas del
embarazo por lo que se ha llamado stress de infertilidad; una forma de
infertilidad temporal como reacción al stress extremo. El ciclo menstrual,
controlado por hormonas, es fácilmente distorcionado por un stress emocional y
puede actuar demorando la ovulación; o si la mujer ya ha ovulado la menstruación
puede ocurrir prematuramente.
Un estudio determinó que se registraron solamente el 0.6% de embarazos en 2190
víctimas de violación. En una serie de 3,500 casos de violación en 10 años
en el Hospital San Pablo de Minneapolis, no hubo un solo caso de embarazos puede
ocurrir.
Procurar una legislación en base a una excepción en vez de una regla es
totalmente irracional desde el punto de vista jurídico. Es obvio que el
espantoso crimen de la violación es utilizado para sensibilizar al público en
favor del aborto, al presentar al fruto inocente de una posible concepción
brutal como un agresor.
Es claro que la mujer ha sufrido una primera espantosa agresión, la de la
violación. Presentar el aborto como una "solución" es decir que un
veneno hay que combatirlo aplicando otro. El aborto no va a quitar ningún dolor
físico o psicológico producido en una violación. Al contrario, le va a
agregar las complicaciones físicas y psíquicas que ya el aborto tiene de por sí.
Por otro lado, el fruto de este acto violento es un niño inocente, que no carga
para nada con la brutal decisión de su padre genético.
Por otro lado, los legisladores más expertos señalan que legalizar el aborto
"sentimental" es abrirle la puerta a serias complicaciones jurídicas:
prácticamente cualquier unión, incluso consensual, podría ser presentada como
contraria a la voluntad de la mujer y, por tanto, una violación.
Finalmente, el argumento más importante, es que el aborto por violación no es
siquiera aceptado por sus verdaderas víctimas, las mujeres violadas. Pueden
leerse estos duros pero reveladores testimonios
Mentira 3: Es necesario eliminar a un niño con deficiencias porque él sufrirá
mucho y le ocasionará sufrimientos y gastos a los padres.
La Verdad: Este principio, conocido como "aborto eugenésico" se basa
en el falso postulado de que "los lindos y sanos" son quienes deben
establecer el criterio de valor de cuándo una vida vale o no. Con ese criterio,
tendríamos motivo suficiente para matar a los minusválidos ya nacidos.
Por otro lado, científicamente, las pruebas prenatales no tienen seguridad del
100% para determinar malformaciones o defectos. Por ejemplo, en el caso de la
rubeola, revisando 15 estudios de importancia, se encontró que sólo el 16.5%
de los bebitos tendrían defectos. Quiere decir que el aborto por causa de la
rubeola matará a 5 criaturas perfectamente sanas por cada bebé afectado.
Por último, ¿Quién puede afirmar que los minusválidos no desean vivir? Una
de las manifestaciones contra el aborto más impresionantes en el estado
norteamericano de California fue la realizada por un numeroso grupo de minusválidos
reunidos bajo un gran cartel: "Gracias mamá porque no me abortaste".
El Dr. Paul Cameron ha demostrado ante la Academia de Psicólogos Americanos que
ho hay diferencia entre las personas normales y anormales en lo que concierne a
satisfacción de la vida, actitud hacia el futuro y vulnerabilidad a la
frustración. "Decir que estos niños disfrutarían menos de la vida es una
opinión que carece de apoyo empírico teórico", dice el experto. Incluso
son numerosos los testimonios de los padres de niños disminuidos física o
mentalmente que manifiestan el amor y la alegría que esos hijos les han
prodigado.
Mentira 4: El aborto debe ser legal porque todo niño debe ser deseado.
La Verdad: Este es un argumento absurdo. El "deseo" o "no
deseo" no afecta en nada la dignidad y el valor intrínseco de una persona.
El niño no es una "cosa" sobre cuyo valor puede decidir otro de
acuerdo a su estado de ánimo. Por otro lado, el que una mujer no esté contenta
con su embarazo durante los primeros meses no indica que esta misma mujer no
vaya a amar a su bebé una vez nacido. Se ha podido comprobar que en los países
donde el aborto está legalizado, se incrementa la violencia de los padres sobre
los niños, especialmente la de la madre sobre sus hijos aun cuando sean
planificados y esperados. La respuesta a ésto es que cuando la mujer violenta
su naturaleza y aborta, aumenta su potencialidad de violencia y contagia ésta a
la sociedad, la cual se va haciendo insensible al amor, al dolor y a la ternura.
Mentira 5: El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho a decidir
sobre su propio cuerpo.
La Verdad: Pero no cuando el sentido común y la ciencia moderna reconocen que
en un embarazo hay dos vidas y dos cuerpos. Mujer, según definición de
diccionario, es un "ser humano femenino". Dado que el sexo se
determina cromosómicamente en la concepción, y más o menos la mitad de los
que son abortados son "seres humanos femeninos"; obviamente NO TODA
MUJER TIENE DERECHO A CONTROLAR SU PROPIO CUERPO.
Mentira 6: Con la legalización del aborto se terminarían los abortos
clandestinos.
La Verdad: Las estadísticas en los países "desarrollados" demuestran
que esto no es así. Por el contrario, la legalización del aborto lo convierte
en un método que parece moralmente aceptable y por tanto, como una opción
posible que no es igualmente considerada allí donde no es legal. Pero dado que
la gran mayoría de abortos no son por un motivo "sentimental",
"terapéutico" o "eugenésico", sino por un embarazo
considerado "vergonzoso", no es extraño que la mujer -especialmente
si es adolescente o joven- busque igualmente métodos abortivos clandestinos por
la sencilla razón de que una ley, aunque quite la pena legal, no quita la
verguenza y el deseo de ocultamiento. Por otro lado, esta mentira se basa en el
mito según el cual los abortos legales son más "seguros" que los
clandestinos. Un ejemplo: Una investigación realizada en 1978 en Estados Unidos
arrojó que sólo en las clínicas de Illlinois, se habían producido 12 muertes
por abortos legales.
Mentira 7: El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho sobre su
propio cuerpo.
La Verdad: ¿Tiene una persona derecho a decidir sobre su propio cuerpo? Sí,
pero hasta cierto punto. ¿Puede alguien eliminar a un vecino ruidoso sólo
porque molesta a sus oídos? Obviamente no. Es igual en el caso del aborto. La
mujer estaría decidiendo no sobre su propio cuerpo, sino sobre el de un ser que
no es ella, aunque esté temporalmente dentro de ella.
Mentira 8: El aborto es una operación tan sencilla como extraerse una muela o
las amígdalas. Casi no tiene efectos colaterales.
La Verdad: Las cifras desmienten esta afirmación. Después de un aborto legal,
aumenta la esterilidad en un 10%, los abortos espontáneos también en un 10%, y
los problemas emocionales suben del 9 al 59%. Además, hay complicaciones si los
embarazos son consecutivos y la mujer tiene el factor RH negativo. Los embarazos
extra-uterinos aumentan de un 0.5% a un 3.5%, y los partos prematuros de un 5% a
un 15%. También pueden darse perforación del útero, coágulos sanguíneos en
los pulmones, infección, y hepatitis producida por las tansfusiones, que podría
ser fatal. Además, cada vez más investigaciones tienden a confirmar una
importante tesis médica: que la interrupción violenta del proceso de gestación
mediante el aborto afecta las células de las mamas, haciéndolas sensiblemente
más propensas al cáncer. Algunos partidarios del aborto incluso han llegado a
plantear que el aborto es menos peligroso que un parto. Esta afirmación es
falsa: el aborto, especialmente en los últimos meses del embarazo, es
notablemente más peligroso. En los países ricos mueren dos veces más mujeres
por aborto legal que por disfunciones del parto.
Por otro lado, algunas mujeres tienen problemas emocionales y psicológicos
inmediatamente después del aborto,otras los tienen muchos años después: se
trata del Sindrome Post Aborto. Las mujeres que lo padecen niegan y reprimen
cualquier sentimiento negativo por un periodo promedio de al menos cinco años.
Después surgen una variedad de síntomas, desde sudoraciones y palpitaciones
hasta anorexia, alucinaciones y pesadillas. Los síntomas son sorprendentemente
similares a los del Síndrome de tensión post traumático que sufrieron algunos
veteranos, 10 años o más después de haber combatido en una guerra.