Peace Mission
Secta americana, cuyo nombre completo es Movimiento
de la misión por la paz, que cuenta por lo menos con un millón de adeptos. Su
fundador y cabeza fue el negroamericano George Baker (de setenta y siete años de
edad, el cual se hacía adorar de sus partidarios negros y blancos como Father
divine. George Baker nació en 1880 en una plantación de arroz de la isla de
Hutchinson en el río Savannah (Georgia, EE. UU.). De joven se dirigió al Norte
para ganarse el sustento necesario; en 1899 trabajó en un jardín de Baltimore y
los domingos ayudaba como predicador laico en la capilla local para baptistas
negros. En 1900, en Harlem, decidió lanzarse a una campaña de predicación
religiosa y durante los años siguientes no cesó de actuar como predicador
ambulante. Se atribuyó el título de «Padre divino» y «dios verdadero vivo» a
partir del año 1932 en Nassaru County (Nueva York). La secta se ha desarrollado
y posee una cierta fuerza, también económica, ya que sus adeptos ponen sus
enteras fortunas a disposición de los dirigentes de la misma. El movimiento
representa una especie de comunismo cristiano; el «padre divino» recibe las
fortunas de los afiliados y las administra distribuyendo después los resultados.
La salvación del hombre es enfocada desde un aspecto predominantemente terreno.
En la profesión de fe de la P. M. se dice: «Nosotros creemos en la igualdad
racial y social. Nosotros creemos en la destrucción de todas las armas. Creemos
en el comunismo cristiano». Indiscutiblemente se percibe aquí el eco de las
aspiraciones de los negros americanos por la igualdad de derechos, por la
dignidad personal y la seguridad económica. Pero el hecho es que esta secta ha
traspasado los límites del sector constituido por la masa de negros americanos;
cuenta también entre sus filas a no pocos blancos de EE. UU. (sede central en
Filadelfia), de Canadá, Indias occidentales, Australia, Inglaterra, Suiza,
Australia y Alemania. Además de la igualdad de todas las razas y el deseo de la
paz mundial, defiende una lengua universal (inglés), la ayuda a los parados de
todos los países, la limitación de los grandes ingresos del capitalismo privado
y la creación de ur gobierno universal del mundo.
El «Padre divino» ha creado también un movimiento juvenil internacional,
interracial e interconfesional, el cual hizo pública en 1955 una especie de
profesión de fe en forma de declaración, donde se dice entre otras cosas: «Desde
lo profundo del corazón yo sé que el "Padre divino" es Dios, la personificación
de Dios en figura corporal. Yo creo que el "Padre divino" está realizando las
profecías bíblicas de la segunda venida de Cristo al mundo cristiano y de la
venida del Mesías al mundo judío. Creo en el matrimonio bendito, santo,
espiritual del "Padre divino" con su esposa virgen inmaculada, la madre divina,
que fue predestinada para esto antes ya de que estuviese en el mundo, y es
símbolo de la Iglesia sin mancha ni arruga. Creo en la vida y en la doctrina de
Jesús, el Cristo, tal como están reseñadas en los evangelios, sobre todo en el
sermón de la montaña».
La visión de Dios profesada por esta recta es de sabor panteísta: «Dios es
vuestro padre, como fue padre de Jesús. Es maravilloso. Vuestro cuerpo es un
cuerpo de carne, hecho de la palabra de Dios». Como acción litúrgica celebran
una cena en forma de un banquete generalmente opulento, en el cual sirven
muchachas vestidas de blanco («muchachas ángeles») y canta el «coro de los
capullos de rosa», un coro de señoritas con falda azul y chaqueta roja, en donde
hay bordada una gran V (virgen) en blanco como símbolo de la virginidad.
Los afiliados se obligan, además de lo dicho, a practicar el amor al prójimo, la
moderación y el dominio en sí, la lealtad y la diligencia, la humildad y la
castidad y a renunciar al tabaco y al alcohol; evitan también participar en
diversiones «que no expresan la doctrina evangélica que Cristo nos ha enseñado».
En este aspecto religioso-moral se establece una progresión. Primero, el cambio
de vida, es decir, la reparación de todo el mal cometido. Del cambio de vida se
pasa posteriormente al grado «de los ángeles», que implica seguir estrictamente
al «Padre divino», dedicarse profesionalmente por completo a la secta, la cual
se hace cargo de las necesidades económicas de la correspondiente persona, y,
finalmente, renunciar a toda relación sexual.
V. t.: SALVACIÓN, SECTAS DE.
KONRAD ALGERMISSEN.
BIBL.: K. ALGERMISSEN, Iglesia católica y
confesiones cristianas, Madrid 1964, 1295 ss.
Cortesía de Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991